¿Qué es la vigorexia? Síntomas, causas y cómo tratar

¿Qué es la vigorexia? Síntomas, causas y cómo tratar

Si bien no está reconocida por la comunidad médica como una enfermedad, la vigorexia o dismorfia muscular es un trastorno mental común en nuestra sociedad que causa anomalías en el desarrollo del cuerpo. Reconocer este padecimiento es el primer paso y el segundo es acercarse a un especialista que pueda indicar el mejor tratamiento que ayude a recuperar la estabilidad en el funcionamiento de nuestro organismo.

Detección y tratamiento de la dismorfia muscular¿Qué es la vigorexia?

La vigorexia es un trastorno mental que causa dismorfia muscular, es decir, anomalías en el desarrollo de los músculos del cuerpo humano. Un paciente con vigorexia es una persona obsesiva por su estado físico a tal punto que presenta una patología que altera la percepción de su propia imagen corporal.

El estado mental que genera la vigorexia incide directamente en los hábitos de vida de quien la padece, afectando así su conducta alimentaria y generando una necesidad de realizar actividad física de manera desmedida.

La vigorexia usualmente viene acompañada de otro trastorno llamado complejo de Adonis o anorexia invertida, que consta en la ingesta exagerada de proteínas y consumo abusivo de sustancias como esteroides, a fin de aumentar la masa muscular.

Por lo general, los pacientes con dismorfia muscular tienen entre 18 y 35 años de edad; por lo que podemos catalogar a este padecimiento como un fenómeno social de una generación que está obsesionada por cuidar y mejorar constantemente su apariencia física; lo que los lleva a descuidar vínculos sociales y abandonar otros hábitos saludables.

Síntomas de la vigorexia o dismorfia muscular

Ya que la vigorexia es un trastorno mental y no precisamente una enfermedad, además de los síntomas es muy importante hablar de señales que sirven de alerta para lograr identificar esta anomalía.

Elaborar un diagnóstico de una persona con vigorexia requiere tanto de un análisis físico como psicológico del paciente debido a que provoca tanto problemas fisiológicos como emocionales.

Qué es la vigorexiaPor consiguiente, podemos considerar que una persona con vigorexia o dismorfia muscular suele presentar todos o algunos de estos síntomas:

  • Alteraciones metabólicas por el consumo excesivo de proteínas y carbohidratos
  • Atrofia muscular (por falta de sangre)
  • Mareos
  • Dolores de cabeza (cefalea)
  • Convulsiones
  • Taquicardia
  • Estrés al no poder cumplir con la rutina de ejercicios o alimentación

En cuanto a las señales de una persona con vigorexia podemos remarcar:

  • Cambios de humor repentinos por el consumo de esteroides
  • Baja autoestima (insatisfacción corporal)
  • Mirarse al espejo frecuentemente
  • Pesarse varias veces al día
  • Comparar su cuerpo con el de otra persona constantemente
  • Ejercicio físico como principal prioridad en la vida, dejando de lado a la familia, los amigos, la pareja, el trabajo y/o los estudios
  • Sentir miedo al tener que mostrar el cuerpo

Es importante mencionar que la vigorexia o dismorfia muscular es más frecuente en hombres que en mujeres y que, de sostenerse en un lapso de varios meses, puede causar serios trastornos en el cuerpo que pueden requerir de una intervención hospitalaria urgente o llevar a la muerte.

Causas de la vigorexia

Como hemos ido mencionando, la vigorexia es un trastorno mental que lleva a sufrir cambios drásticos en el cuerpo. Por lo tanto, las causas de la vigorexia son principalmente sociales, culturales y educativas.

Causas de la vigorexiaLa insatisfacción con la imagen corporal y el desarrollo de conductas obsesivas y compulsivas conducen a una persona a generar hábitos relacionados a la vigorexia como el consumo de esteroides, anabólicos o alimentos que aumentan la masa muscular.

La presencia de otros problemas emocionales y los medios que disponga el paciente para afrontarlos también pueden ser factores que conduzcan a la vigorexia. Haber sufrido bullying, sentir rechazo por parte de una persona o un grupo o padecer depresión, puede conducir tranquilamente a una persona a desarrollar hábitos insalubres relacionados a la vigorexia.

Detección y tratamiento de la dismorfia muscular

El momento en que se inicie el tratamiento de la vigorexia puede ser determinante ya que su cuadro puede cronificarse con el correr del tiempo y conducir a síndromes de mayor complejidad, a tal punto que lograr una recuperación completa puede llegar a ser imposible.

Los principales objetivos del tratamiento de la vigorexia son tanto físicos como emocionales. Se busca principalmente reforzar el autoestima del paciente y que la persona cambie la percepción que tiene de sí misma a fin de que logre combatir las obsesiones y se sienta más segura tanto en el plano personal como social.

Del mismo modo, el tratamiento de la vigorexia tiene como fin eliminar los hábitos que empeoran el cuadro y desarrollar nuevos que sean más saludables para su cuerpo. No se trata de dejar de hacer ejercicio sino de hacerlo de forma moderada. A su vez, una alimentación saludable y controlada puede ser altamente beneficiosa.

¿Cómo tratar la vigorexia?

El tratamiento ideal para la vigorexia requiere un trabajo multidisciplinar en el que deben intervenir la psicoterapia, la reumatología, la nutrición y/o la fisioterapia.

La terapia psicológica, principalmente la del método cognitivo – conductual, puede ser muy útil para una persona potencialmente vigoréxica o que ya la sufre ya que ayuda a mejorar la autoestima y a desarrollar hábitos saludables en vez de conductas insanas.

Síntomas de la vigorexia o dismorfia muscularPor su parte, el reumatólogo es la persona indicada para elaborar un diagnóstico profesional sobre el estado y las capacidades musculo-esqueléticas del paciente con vigorexia; mientras que un nutricionista ayudará al individuo a tener una dieta equilibrada y personalizada según cuál sea su estado.

En los casos más avanzados de vigorexia puede ser necesario recurrir a los fármacos. Los inhibidores de la recaptación de serotonina pueden servir para controlar los síntomas obsesivo-compulsivos y los inhibidores no selectivos para reducir los síntomas de la dismorfia.

Fisioterapia para tratar la vigorexia

La fisioterapia es otra de las especialidades que son muy útiles para tratar la dismorfia muscular. Un fisioterapeuta es capaz de indicar cuáles son los ejercicios adecuados para que el paciente pueda alcanzar su mejor estado físico.

Además, mediante la aplicación de frío, calor, tecnologías de ultrasonido, láser y/o técnicas manuales, es posible ayudar al paciente con vigorexia a tratar las anomalías musculares que hay en su cuerpo.

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